
OVERLAND · ENERO 2026
Entre el desierto fósil y el Pacífico - 22–25 de enero de 2026
Jueves 22 – El umbral del tiempo
Antes del amanecer dejamos Lima. La ciudad queda atrás mientras el día nace en la carretera y el
paisaje comienza, lentamente, a despojarse de todo lo que es superfluo.
Llegamos a Ocucaje a finales de la mañana. Un nombre que ya contiene una promesa: fósiles,
silencio, tiempo profundo.
Tras instalarnos en el alojamiento, tomar contacto con el grupo y con el entorno, realizaremos una
primera exploración de aclimatación durante las primeras horas de la tarde.
Exploraremos una zona extremadamente sugestiva, caracterizada por: pequeños cañones
erosionados, dunas suaves y restos de ballenas fósiles, guardianes inmóviles de un océano
desaparecido.
El desierto se presenta sin estridencias, pero con autoridad. Regresamos al alojamiento, cena
compartida y descanso.
Viernes 23 – El desierto se abre
Partimos al alba. Antes que lleguen los grupos, los buses, el ruido.
Entramos en el cañón que muchos llaman Cañón de los Perdidos, pero que aquí conserva sus
nombres verdaderos: Cañón del Zapa, Huaico Amarillo.
Desde lo alto, el abismo. Desde dentro, el misterio.
Exploramos el cañón: desde sus bordes superiores, con vistas vertiginosas, y, para quien lo desee,
descendemos a su interior, donde se forman tres pequeñas pozas naturales, además de numerosas curiosidades geológicas.
Tras esta exploración, continuaremos hacia un segundo gran cañón, modelado por antiguos
aluviones del río Ica. Lo observaremos primero desde arriba, con una vista que sorprende incluso a
quienes conocen bien la región, y luego descenderemos al cauce seco del río.
Allí descubriremos cómo un río estacional, vivo solo durante la época de lluvias, es capaz de
generar microcosmos ambientales: vegetación, huellas, equilibrio precario. Aquí el paisaje no se
explica, se contempla.
Regreso a Ocucaje al atardecer, cena y descanso.
Sábado 24 – El desierto como hogar
Hoy no volvemos a un alojamiento. Hoy nos llevamos la casa con nosotros.
Cruzamos la Pampa de los Pescadores y la Pampa de Correviento, avanzando sin prisa, porque
cada kilómetro merece ser mirado.
El suelo habla: conchas fósiles, rocas que fueron coral, restos de un arrecife marino hoy convertido
en polvo.
Llegamos a Cerro Colorado. No es solo un lugar: es un vestigio. Un sistema coralino fósil,
modelado por millones de años y por la presencia humana.
Aquí montamos el campamento. Entre rocas que fueron vida, bajo un cielo que no concede
distracciones.
La noche cae. Las estrellas dominan. El desierto respira.
Domingo 25 – Del polvo al océano
Al amanecer desmontamos el campamento. El viaje continúa.
Atravesamos dunas, valles olvidados, horizontes que parecen no terminar nunca. El desierto se
estira hasta tocar el mar.
La Bahía Independencia aparece como una revelación. Seguimos la costa, acompañados por el
Pacífico, hasta Paracas, donde se da por concluido el recorrido overland.
Desde Paracas tomamos la Panamericana para un regreso tranquilo a Lima, con llegada prevista
en la noche del domingo 25 de enero.
Qué incluye:
La experiencia OVERLAND está pensada para que los participantes puedan concentrarse solo en
el viaje, el territorio y la fotografía. Todo lo necesario para vivir el desierto con seguridad y
profundidad está incluido.
✔ Alojamiento
✔ Todos los desayunos
✔ Cenas en campo durante las jornadas en zonas remotas
✔ Refrigerios en ruta, agua y bebidas
✔ Guías y conductores especializados
✔ Transporte 4×4 durante todo el recorrido
✔ Combustible y peajes
✔ Equipamiento completo de campamento (tiendas, logística básica)
- de 6 a 10 participantes
Espíritu del viaje
OVERLAND no es un tour convencional. No es consumo de paisaje. Es tránsito consciente.
Aquí no sigues rutas marcadas: sigues las rutas con quien las abre.
Y el desierto, si sabe que lo has mirado de verdad, no te deja ir igual.
Precio por participante: 680 dólares
MOMENTI DI OVERLANDS PRECEDENTI
























